Definir nuestra relación

Definir nuestra relación en Christo

En el centro del cristianismo está la doctrina de la unión mística del creyente con Cristo. El Nuevo Testamento nos llama a creer en Cristo. La fe nos une directamente con Cristo. Nos convertimos en Él y Él en nosotros. Esta unión misteriosa se traslada a la relación entre Cristo y la Iglesia. La Iglesia es Su esposa, con quien ahora tiene una unión real, profunda y poderosa.
Normalmente asumimos que la imagen de la Iglesia como la esposa de Cristo es una metáfora tomada de la institución del matrimonio humano. En este caso, lo terrenal sirve de modelo para lo celestial. Tal vez esa es la intención de las Escrituras. No estoy seguro. Bien podría ser al revés. Podría ser que el matrimonio terrenal esté basado en el modelo celestial de la unión mística entre Cristo y Su esposa. El matrimonio es un reflejo de la realidad celestial, no la base de una ilustración celestial.
La unión perfecta entre personas existió en la eternidad en la naturaleza de la Trinidad. Aunque el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no sean «una carne», son un solo Ser en perfecta armonía eterna. En la divinidad no existe la posibilidad de divorcio. Es una unión que no puede ser quebrada. Es el patrón relacional eterno que define nuestra relación humana. No solo compartimos con Dios una analogía del ser, sino también una analogía relacional. Se encuentra en el misterio del matrimonio.

Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios:
Reflexiona en la unión misteriosa de Cristo con la Iglesia, ilustrada en la relación matrimonial.

Para estudiar más a fondo
Efesios 5:31-32
Efesios 2:19

-R.C. Sproul 

No Comments